Maria Jaume presenta por primera vez en Menorca su tercer álbum, con que confirma su traslación a un pop cada vez más electrónico, más bailable, más vital.
¿Dónde ha quedado aquella melancolía que definía sus canciones? Sigue muy presente, pero ahora convive con unas capas de ironía y despreocupación que le quedan el mar de bien. Y llega en un momento dulce, con las expectativas altas después de la buena acogida de los singles que ha ido presentando el último año como Lo Que Romp Es Coret, Ressaca a sa platja y Xin xin i bye bye.
Un paso más en una carrera musical firme y consistente, después de sorprender con el álbum de debut Fins a maig no revisc (2020) y consolidarse con Voltes i voltes (2022).
Maria Jaume presenta por primera vez en Menorca su tercer álbum, con que confirma su traslación a un pop cada vez más electrónico, más bailable, más vital.
¿Dónde ha quedado aquella melancolía que definía sus canciones? Sigue muy presente, pero ahora convive con unas capas de ironía y despreocupación que le quedan el mar de bien. Y llega en un momento dulce, con las expectativas altas después de la buena acogida de los singles que ha ido presentando el último año como Lo Que Romp Es Coret, Ressaca a sa platja y Xin xin i bye bye.
Un paso más en una carrera musical firme y consistente, después de sorprender con el álbum de debut Fins a maig no revisc (2020) y consolidarse con Voltes i voltes (2022).
